Feliz miércoles a todos. Si, sé que el lunes debería haber salido esta publicación, pero por motivos de salud no ha podido ser. Fue tan intenso el sábado, que hasta el día de hoy he estado en tan baja forma (sin voz, a ratos con fiebre…) que no he podido darle forma a las entradas que ya tenía preparadas. Y no es para menos, ya que el sábado realicé seis partidas de rol para peques (de entre 5 y 13 años) en dos sitios distintos. Desde el pasado mes de febrero, en las jornadas BCNegra que no realizaba algo así por el estilo. Os hablaré en este primer punto, de las partidas de la mañana. La partida de la mañana fue El caso del carrusel que ya lo tenéis colgado en el blog.

Fueron dos partidas muy intensas: la primera con detectives que ya llevan tiempo jugando conmigo y la segunda, con tres detectives nuevas y una antigua conocida, que jugó en las jornadas BCNegra. Cómo siempre, agradecer en primer lugar a la Biblioteca Ignasi Iglesias – Can Fabra por cedernos la sala acristalada del espacio infantil de la biblioteca para hacer las partidas. Preparamos una mesa de entrada con todo tipo de materiales: las cartas de objeto (y sus nuevos valores, ya que los he modificado del libro, añadiéndole propiedades, opciones de rotura y nuevos elementos); los pasaportes que les he hecho para que se anoten los casos, con quién lo resolvieron y el número de estrellas que ganaron por resolverlo y las fichas de personaje plastificadas, para que puedan anotar cosas en las suyas de papel, pero además, poder tomar libremente las de cada caso sin tener que estar borrando cada dos por tres. El uso de estas fichas plastificadas es un goce, pues permite a los pequeños tener un elemento para llevarse a casa y un segundo elemento, que el detective senior les guarda, que pueden escribir y borrar sin miedo a estropear su ficha. Además, compré un paquete de seis rotuladores de pizarra blanca, cada uno de un color, para que sea más divertida la experiencia.

Las dos partidas fueron geniales. El grupo fijo: l@s detectives Chocolate, Gato, Zanahoria y Pikachu, se lo pasaron bomba investigando los entresijos del parque de atracciones de Villalejana y resolviendo los rompecabezas, dónde también participaron algunos de los papás. Algunos de los juegos los adaptamos a las edades de la mesa, haciendo dos versiones: una para los más peques (5 a 7 años) y otra para los mayores (a partir de 8 años) y la experiencia fue genial, funcionó mejor de lo que esperaba. Otra cosa que les gustó mucho, fue que el mapa fue desplegable. Los edificios se veían con su techo o toldo y no podíamos ver que había dejado, pero si levantábamos el techo o toldo, veíamos su interior. Fue casi mágico ver la cara de los detectives novatos al ver como levantaba el techo del carrusel y aparecía su interior con los caballitos, las góndolas y la maquinaria. Una experiencia brutal. El final de la partida fue épico, dejando un mensaje pendiente para la próxima partida: una ubicación en una nueva población Allendelmar.

La segunda partida, por falta de tiempo, pude que hacerla sin los rompecabezas pero se lo pasaron genial. Muy colaborativas y muy atentas a las explicaciones del juego. Además les encantó el método de la Agencia de Detectives de Monstruos de calentar los dados: un complicado ritual que algún día grabaré. Fue también una partida muy divertida y con unas niñas muy motivadas.
La valoración del día es que fue una experiencia muy divertida: el mapa con elementos por descubrir es un éxito, las hojas de personaje plastificadas funcionan genial y los pasaportes han funcionado a la perfección. No me puedo quejar de esta primera jornada de la segunda campaña. Y esta tarde, hablaremos de como nos fue en la biblioteca de Sagrada Familia, con esas cuatro partidas de rol non-stop.
Próximo día de la campaña: 17 de noviembre en el Ateneu l’Harmonia. Más información en: Sant Andreu Juga.
Ha empezado la campaña por todo lo alto.
Puede ser normal sorprender a los niños que nunca han jugado a PDM pero seguir sorprendiendo tras muchas partidas no debe ser nada fácil.
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Tiene su trabajo, la verdad. Hoy he hecho cuentas y creo que tus hijas han jugado conmigo a unas 18 partidas de PDM diferentes, aparte del ReV. Y en todas ellas ha habido algo nuevo. Como bien he explicado alguna vez, tengo redactadas más de 100 partidas diferentes, pero solo aquellas que voy viendo que encajan con los pequeños, van saliendo a la luz. Y si, es un esfuerzo el tener que ir pensando en formas de sorprenderles, de despertarle la llama del rol. Pero de momento, lo voy consiguiendo. Esta campaña y la próxima (no daré pistas del título, pues enlaza con el final de la campaña actual) están pensadas, escritas y tienen como finalidad: aprender y pasárselo bien jugando a rol.
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