Feliz martes a todas y todos. Intenté hacer esta crónica el domingo, pero estaba exhausto de un intenso sábado vivido en Barcelona, con tres grandes casos por resolver. Y ayer, mis tripas manifestaron las carreras del sábado y el domingo (pues estuvimos haciendo un pequeño rol en vivo, para un detective novato) y me pasé gran parte del día, en el cuarto de baño. Pero hoy, ya estamos con las pilas cargadas para explicaros todo lo que ocurrió el sábado, ¡qué no fue poco! ¿Comenzamos? ¡Allá qué vamos!
Primera parada: Sant Andreu Juga
Continuando la campaña de Los casos del traje desaparecido, tuvimos la mala suerte de encadenar un par de perdidas de trenes y a las once y cinco ya estaba recibiendo mensajes de: tus fans están esperando para jugar. Y así era, nada más llegar a la biblioteca, ya tenía a varias personas esperando para jugar con el Detective Papaya. En total, dos partidas de una hora cada una, con El caso de los giros (postales), donde los pequeños pudieron descubrir otro edificio de la población de Villalejana, en este caso, la sede de Correos y seguir indagando en la desaparición del traje verde de nuestro detective, que parece que no ha sido algo fortuito. Recordad que este caso ya está disponible para descargar, en este enlace. Gracias a todos los papás que asistieron a jugar a rol con sus peques y gracias a ALC Stronghold y la Biblioteca Ignasi Iglesias-Can Fabra, por la gestión de la actividad.
Cosas curiosas de la partida: en esta partida, como anuncié en el blog, teníamos un mecanismo nuevo para complicar (o facilitar) la situación: la baraja de los giros postales. Con esta nueva baraja, todo podía cambiar de un momento a otro, y así fue la cosa. Risas aseguradas, pifias a tutiplén y una victoria con sabor dulce, pues el esfuerzo mereció su recompensa. Ahora sí, estamos preparados para visitar la casa encantada.
La partida no ha hecho nada más que comenzar (Fotografia del Detective Piña Colada) ¿Qué misterio esconderá esa pila de cajas? (Fotografía de la Detective Sushi)
Segunda parada: Frikoteca Sagrada Familia
Tras una pausa de dos horas, dónde se incluye la comida y el desplazamiento hasta la biblioteca, los detectives Papaya y Piña Colada, se plantaron en la biblioteca con una intención: ¡Descubrir quién era el monstruo que se estaba comiendo las letras del libro El zoo de Pitus, de Sebastià Sorribas! ¿Y qué mejor que una partida sobre una biblioteca escolar, en una biblioteca municipal? Así comienza El caso del cuento que no se puede leer. Pues así nos planteamos el caso y así fue resuelto, además con la novedad de los padres diseñando in situ, la forma del monstruo, mientras los detectives novatos encontraban pistas. Algo muy divertido y que, seguramente, repetiremos en próximas partidas. Una partida donde el Manual de Monstruos en la Oscuridad, se nos quedó corto y descubrimos que existían otros monstruos. Además, la información la buscamos en la propia biblioteca. ¡Fue muy divertido! Además, los papás de uno de nuestros detectives, el detective Jibanyan, se animaron y decidieron ir a la tercera parada de este tour, para conocer el nuevo caso del detective Papaya.
Este caso (y el monstruo de Lazeta) fue creado entre más de veinticinco profesores en la formación Pirijoc, en la Seu d’Urgell, el pasado mes de noviembre. Ellos pusieron los cimientos y nosotros le dimos el toque de gracia. Agradecer a Meritxell Nieto, su invitación a este curso, pues ha sido y sigue siendo, una experiencia muy enriquecedora.
Resumen de la partida de las 17h, por Natalia Rodríguez. El resultado del monstruo dibujado por un papá, en la partida de las 17h (Fotografia del Detective Piña Colada)
Tercera parada: Niggujocs
Dos retos superados, quedaba el tercero. No os mentiré si os digo que al llegar las siete de la tarde, lo que más me apetecía era meterme en la cama a dormir. Pero al llegar y ver que ambas listas estaban llenas, sentí la satisfacción y el chute de energía necesario para tirar adelante la partida. Además, es el segundo caso de crossover entre PDM y los mundos de Lovecraft. Con El caso del que pellizca en la oscuridad, la locura fue máxima. Como en los anteriores dos casos, hicimos dos sesiones. La primera sesión fue la más tranquila, con unos peques muy entregados, pero un monstruo con muchas ganas de hacer la puñeta. Por suerte, los detectives no se amedrentaron y consiguieron ganar a un Monstruo de las bromas, demasiado travieso.

¿Y qué pasó en la segunda sesión? Que la mesa se llenó de cuatro jugadores adultos, dos pre-adolescentes y el detective Jibanyan, un peque muy guerrero. Y claro, a siete jugadores, la partida no iba a ser un camino de rosas. Sustos, gritos de ultratumba, líquidos viscosos, babas… El terror supuraba de la mesa, entre risas y sustos de todo tipo. Además, los gamusinos se descubrieron como fieros guerreros que no soportan que los cojan por los cuernos. Pese a la tenebrosidad, los detectives superaron sus miedos y vencieron nuevamente al monstruo.
El material está preparado. Fotografia tomada por Sergi Llorens. La partida acaba de comenzar. Fotografia tomada por Sergi Llorens.
Agradecer a los compañeros de Sants-Niggurath, la atención y la organización del evento. Fue maravillosa, y tal como anuncié a mis jugadores (aunque me equivoqué en fechas, pues pensaba que hasta el otoño no había nada), en las próximas jornadas de Sants, volveremos a tener otro crossover (y ya van tres) entre PDM y Lovecraft.
¿Qué nos espera en mayo? Pues muchas cosas, que en breves, anunciaremos. Pero preparados, para el mes de mayo más movido de vuestras vidas, con todas las aventuras que le esperan a Papaya, Piña Colada y su troupe.