Desde hoy, 1 de julio hasta la primera semana de septiembre, iremos compartiendo entradas dentro de esta nueva categoría llamada «Aventuras». ¿Y qué es una aventura? Pues es una propuesta en línea, para poder disfrutar de las vacaciones y del rol, sin moverse de casa. Iremos compartiendo historietas, algunos retos y sobre todo, mucho contenido que podéis hacer con vuestros pequeños, sobre todo en aquellos días que están aburridos y no saben que hacer. Y participar de estas aventuras tendrá recompensa: podréis ser los ganadores de un par de libros de rol, cortesía de NoSoloRol, con los que podréis disfrutar de este verano. ¿Y como se puede participar? Paciencia, eso ya lo revelaremos más tarde.
El inicio de esta aventura, comenzará esta tarde, con el detective Papaya y el gamusino que vive en el archivador, haciendo las maletas, pues parece que se van a ir de viaje. ¿Cuál será su destino? Tendremos que descubrirlo y ver qué aventuras nos esperan. Cada día (o cada dos, depende del reto), introduciremos nuevas entradas a esta aventura, para qué podáis resolverlas con o sin ayuda. Esta entrada se actualizará a las ocho, con el primer capítulo. ¿Te lo vas a perder?
***Actualización de las 19.00h***
El caso de la casa en obras
Capítulo 1
El detective Papaya estaba preparando su maleta para irse de viaje, cuando sonó el timbre de su puerta. Echó un ojo por la mirilla y no vio a nadie. A los pocos segundos, volvió a sonar el timbre y pensó que se trataba de algún bromista. Abrió la puerta de golpe y nuevamente, no vio a nadie. Notó que algo se colaba entre sus piernas y un fuerte golpe, le hizo tambalearse. Algo había chocado contra su espinilla un par de veces e intentaba pasar a través de sus piernas. Miró hacía el suelo y vio una pequeña maleta cargada hasta los topes. Las costuras se veían abiertas y se movía a trompicones. Al mirar el asa de la maleta, vio una bolita de pelo blanca, coronada por dos cuernos. Unos grandes ojos le devolvieron la mirada. El gamusino que vive en el archivador también se quería venir de viaje con el detective Papaya y por eso, se había apresurado en hacer la maleta y salir corriendo hacía la casa de su compañero, para no quedarse en tierra. El gamusino soltó la maleta y se fue caminando hacía el interior de la casa:
– Vamos a ver, amigo. – Respondió el detective Papaya. – No puedes venir de viaje conmigo. No sé hasta qué punto un gamusino puede viajar al extranjero.
El gamusino le miró con grandes lagrimones en los ojos y se acercó nuevamente a la maleta. En la boca llevaba una gran galleta de pasas y chocolate que había robado de la cocina. Agarró la maleta y se fue lentamente arrastrándola hacía la puerta, mientras echaba la vista atrás. El detective Papaya, no podía soportar esa mirada y cedió a la presión del gamusino. Este lo celebró, lanzándose al cuello del detective. La maleta, salió disparada contra la puerta y la cremallera estalló, dejando caer todo el contenido de la maleta. El detective no podía creer lo que estaba viendo:
– ¡Croissants! ¿Ese es todo tu equipaje? – El gamusino asintió con la cabeza, mientras daba un bocado a uno de los croissants. – Esto no puede ser. Vamos a hacer una maleta en condiciones.
Una vez realizada la maleta, el gamusino dio buena cuenta de los croissants y dejó algunos guardados en un armario de la cocina. Metió tres o cuatros en el equipaje y se puso la gorra verde, que le había proporcionado el detective Papaya, para poder protegerse del sol. Cuando estaban a punto de partir, un mensaje llegó a través del fax, formando un gran ruido e imprimiendo una serie de símbolos en una hoja de papel. El detective Papaya, se lo miró detenidamente y mirando al gamusino, exclamó:
– Me parece que las vacaciones deberán esperar. ¡Tenemos trabajo por hacer!
¡Continuará!
El blog del Detective Papaya 