¡Feliz lunes! Primera crónica de hoy, que viene de una semana atrás, pero con la cantidad de cosas que estamos preparando, vamos con un poco de desfase, pero no os preocupéis, que en breve recuperaremos el ritmo. Además, esta semana añadimos dos nuevos títulos al blog, como son ¡Feliz cumpleaños, Robot!, de Daniel Solis y publicado por NoSoloRol y Hero Kids, de Justin Halliday. Os vamos a contar que tal vivimos la segunda y última jornada de las Fancon 2019, y como sobrevivimos a una auténtica fiebre papaya. Adentraos en la aventura.

Domingo por la mañana: Regresando al primer rol en vivo
Decir que el domingo fue un día fácil para mi, sería mentir en toda regla. Fue un día intenso, con cansancio del día anterior, que fue una locura y nos pasó factura, pero todo salió adelante. El primer rol en vivo que hicimos como Detective Papaya, fue en el Teatre de la Vila de Palau-Solità i Plegamans y este año, queríamos regresar allí, una vez recuperado el cine y ampliar la experiencia, incorporando la parte trasera del teatro, como un espacio sin iluminación, dónde deberían usar las linternas. Pero también, íbamos a dar un paso de gigante: íbamos a implicar a los papás en el rol en vivo, de manera directa, subiéndose al escenario. ¿Iba a funcionar? Eso esperaba yo y la verdad, es que funcionó y con creces. Los peques recibieron un cartucho de palomitas y una bebida al entrar al cine. Venían con la intención de ver una película del Detective Papaya, pero se encontraron con el cine sucio, un reproductor que no funcionaba, una voz en off que metía bronca al detective Papaya y un reproductor alternativo construido por el Doctor Piña, que no funcionaba, pues le faltaba la mitad de piezas. Doce familias disfrutaron de este rol en vivo, en el que tuvieron que descifrar códigos secretos, recuperar objetos perdidos y aprenderse un guión, para intentar reproducir, al menos, el final de la película, con un Monstruo del Desorden, que estaba enfadado por no aparecer en la película y por eso, había decidido destrozarla. Una experiencia muy brutal, con una mamá rodando por el suelo y los peques, desternillándose de la risa. De esta manera, decimos adiós al Teatre de la Vila, pues para el año que viene, estamos buscando un nuevo lugar. (Pista: el próximo rol en vivo de Fancon para peques, tendrá que ver con este caso). Gracias a ALC Stronghold, por la ayuda en el montaje: a los detectives Piña Colada, Chapuzas, Chirimoya, Lila, Kitsune y Profesor Baloo, por la ayuda y a Irene, de Fancon, por su colaboración. A los papás y mamás que colaboraron con nosotros, solamente: gracias.
Cabe destacar que antes de la actividad, agradecí y pedí un aplauso para Javi, nuestro detective Piña Colada, por la gran parte de trabajo que hace dentro de este proyecto y que, da la sensación, que no aparece reflejado. Sin él, este blog y muchas de las cosas que hacemos, no saldrían adelante. Desde el blog, me reafirmo en agradecerle su gran trabajo y en breve, veréis parte de lo que está preparando.

Domingo por la tarde: ¡Socorro! ¡Necesitamos refuerzos!
Estoy acostumbrando a llegar a los sitios y tener partidas llenas. Lo que no estoy acostumbrado es que se me presenten diez peques a la vez, para jugar, cuando solo tengo tiempo para una partida. ¿Dejas a algunos fueras? ¿Reduces la partida a la mitad de tiempo, para poder hacer dos pases? No. La solución fue rápida e indolora: tres folios de papel, cinta adhesiva y rotuladores. En unos cuántos minutos y como exclusiva, el detective Papaya les dibujó el mapa de El caso de la estación de autobuses, ante sus narices, mientras el detective Piña Colada, explicaba el funcionamiento de la Agencia de Detectives de Monstruos. ¿Caótico? Un poco. ¿Divertido? Bastante. Nos permitió el hecho de tener tantos jugadores a la vez, poder hacer más el payaso, movernos alrededor de la mesa con libertad y estar por todos los pequeños. Fue una aventura muy divertida, pero mi voz se vio visiblemente perjudicada. Además, me quedaba una partida para adolescentes y adultos por delante y comencé a temer, no llegar a acabarla.
La partida de adolescentes, era el primer caso del sistema XD6 simplificado, que presenté hace unos meses: Bienvenidos al Parque de Atracciones de la Guardia Este. La idea principal era una partida para diez años o más, pero acabaron participando dos peques por debajo de esa edad y me tocó bajar un poco, el nivel de terror de la partida (que de por si, es bastante ligero). Segundo problema: es una partida para cinco jugadores y tenía siete en mesa. ¿Solución? Dos jugaron como pareja. Una partida muy amena y muy bien amenizada, por el altavoz Bluetooth que me he comprado para las partidas, tan pequeño que cabe en un bolsillo y apenas mide cinco centímetros.
El día acabó con un sorteo de material rolero, en el cual, fue agraciado con un cómic que me servirá para inspirar próximas partidas.
En resumen, las jornadas Fancon han sido una pasada como siempre y en ellas, hemos sellado próximas colaboraciones, bien importantes. ¡Estad atentos y atentas, que habrá sorpresas!
Un comentario sobre “L.C.D.P. Érase una vez… las Fancon II: Necesito un clonador (o un buen equipo de megafonia)”