L.C.D.P.: El DAU…

El nuevo diseño de las cartas de objeto: otra de las novedades del Festival DAU

¡Buenas tardes, amigos y amigas! Gracias a los que habéis preguntado por mi voz. Sigue aún en busca y captura, pero al menos ya puedo comunicarme con cierta normalidad. Aún sigo alucinando con la cantidad de personas que seguís las redes sociales y el blog y que pasasteis a saludar y jugar un rato con este detective de Villalejana. ¡Mil gracias! Me hubiese gustado ilustrar este artículo, con muchísimas fotos, pero veréis que la mayoría son de las tres aventuras que preparé para el DAU. Si alguno hizo fotografías de un servidor dirigiendo, por favor: agencia.detectivepapaya@gmail.com. Ya sabéis que las fotos no las suelo colgar en redes, si no son previamente pixeladas para que no aparezcan los peques que forman parte de la partida, pero es que apenas tengo un par o tres de fotos de estos dos maravillosos días, en los que batimos algunos récords para ser enmarcados.


Pero bueno, vamos al grano, pues este es la primera de las dos entradas que colgaré hoy. La segunda saldrá un poco más tarde y es un artículo de nuestro querídisimo Detective Piña Colada, que ha hecho un nuevo recurso que os encantará (sobre todo si tenéis impresora 3D). ¡Vamos al grano, qué nos vamos!

Sábado

Localizar la mesa donde me habían puesto fue una odisea. No os lo negaré. Cargado con la maleta, habiendo dormido pocas horas por los nervios previos al festival, me sentía como Paco Martínez Soria, en algunas de sus películas. A los pocos minutos de abrir, ya tenía los primeros jugadores listos para lanzarse a la aventura. Tres partidas preparadas, la mesa lista para lanzarse a jugar. Todo funcionando a la perfección y acompañado de los compañeros de la asociación Club Kritik. ¿Qué más se podía pedir? Pues a las pocas horas descubrí que algo se podía pedir: agua. El festival había preparado un sistema de cantimploras rellenables en varios puntos del mismo, para evitar así el gasto innecesario de botellas de plástico, algo que valoro y mucho. El problema es que la fuente de suministro del agua, no daba abasto para tanto demostrador y a media tarde, dejó de funcionar. Menos mal que mis familias roleras se acuerdan de su director de juego y me proporcionaron agua y caramelos para mi voz, que iba perdiendo fuelle a cada partida que pasaba. Estamos hablando que dirigí un total de veintitrés partidas entre los dos días (doce y once, respectivamente) y por tanto, en una sala llena de mesas de demostración, con bastante ruido, es todo un éxito. Tuvimos partidas muy intensas, gente que me avisó que conocían el blog y familias primerizas que quisieron sumarse a la «fiebre rolera» que les ofrecían en mesa. Además, al estar dos másteres más, dirigiendo rol infantil (Hora de Aventuras, Buscaduendes, Magissa…), la diversión estaba asegurada. Pero antes del mediodía, llegó el momento fatídico. Una de las misiones iba a fracasar estrepitosamente.


En la última partida antes de la hora de comer, los detectives se enfrentaron al Caso de las mil y una llaves. Lo que no sabían es que todas las tiradas que iban a realizar, iban a acabar en pifias, pifias y más pifias, que hicieron que el miedo en la mesa se acumulara a tal velocidad que tuvimos que abandonar la misión, cuando ya habían más de sesenta puntos de miedo sobre la mesa. Aquello ya no era un monstruo acechador, era una mole devora detectives. Pero bueno, no pasó nada. Luego se redimieron en otra partida y salió todo a la perfección. Deciros que todo esto fue posible gracias a mucha gente: a la asociación ALC Stronghold, por apoyar el proyecto desde el minuto uno; a Nosolorol, por ofrecerme colaborar con ellos. Y bueno, al festival DAU por todas las facilidades que nos dieron. Cuando acabó el sábado, había dirigido doce partidas, pasado por la mesa un montón de detectives y algunos… amenazaban con volver al día siguiente. Y así lo hicieron.

Domingo

Pese a dormir poco (otra vez) y llegar con la voz tocada, tuve la oportunidad de dirigir once partidas más durante el día. Fueron partidas intensas, divertidas, llenas de un montón de cosas graciosas y reseñables. Muchos de los peques venían con su contrato del día anterior, para probar otro de los casos. Los papás se quejaban de que habían vuelto al festival, para poder hacer todos los casos del detective Papaya. Y mi respuesta era clara: oh, ¡el drama! Pero fue un día muy especial y muy emotivo. El día anterior, había podido saludar en persona a dos grandes, Julia Iriarte (Bebé a Mordor) y Fer Vázquez (El pequeño rincón de los juegos de mesa), además de saludar en persona a NacheteVB, el cual fue un gusto poder hablar con él unos minutos. Pero el domingo por la mañana, pude saludar a Víctor Cerrato, de Looping Games, el cual me sigue por Twitter y ha jugado partidas de PDM con su peque. Me hizo mucha ilusión, pues fuí mecenas del primer proyecto de esta editorial y oye, la alegría que da conocer a gente así, no me la quita nadie. Quería destacar algo del domingo. Mirad: normalmente, en las partidas suelo ser bastante rígido con el tema de las edades, pero me encontré en un dilema que resolví en pocos segundos. Vinieron una familia con tres peques, uno de ellos de tres años de edad. Como no quería que se quedase fuera de la misma, le ofrecí a los adultos, la posibilidad de darle un contrato adaptado (de los que nos hizo llegar la editorial), además de los dados y su personaje, como cualquier otro jugador. La intervención o no del pequeño, era lo de menos. La partida se desarrolló como siempre, hasta llegado un momento en el que yo pregunto a los jugadores: ¿quién quiere mirar en el armario de la habitación de Benito? Y en ese momento, el detective Maduixeta, levanta la mano y dice: yo quiero mirar. Y aquello fue mágico. Le salió una tirada perfecta y claro, la sorpresa de los adultos era mayúscula. Acabó jugando con los demás, como un jugador más en la mesa y le regalamos a los papis, un pdf de Pequeños Detectives de Monstruos (Álvaro Corcín y Patricia de Blas) por su gran participación. No fue el único que regalé en toda la jornada. En total, quince copias se fueron a manos de familias que les gustó el juego y que no lo conocían, para que pudieran seguir con las aventuras de monstruos con sus recién estrenado contrato de detective novato. El domingo fue pasando, saludando a caras conocidas y formando a nuevos detectives novatos con nuestras locas aventuras, hasta que a las seis de la tarde, me reclamaron para presentar un Kahoot, sobre el DAU. Fue una experiencia divertida, junto a los compañeros de Ludo, donde me presenté como Lucio Papaya y fuí con mi «ya icónico» sombrero verde XS. Pero al acabar esta actividad, mi garganta ya puso el tope y tuve que parar de hacer partidas. Fue el broche de oro a unas jornadas inolvidables, que han traído muchas sonrisas y que traerán más en los próximos meses.


Desde este humilde blog que nació para compartir rol con los papás que venían a mis partidas, agradecer a los detectives Unicornia, Unicorn, Jibanyan, Spaghetti, Chocolate, Elsa, Anna, Puceta, Avet, Pilota, Sushi, Pikachu, Zanahoria, Gato, Porqué, Pepito, Juan, Póker, Martí, Maduixeta, Marmota, Flors, Super Chuche, Patata, Picaxu, Kungfu, Vegeta, Wasabi, ... y otros tantos más que mi mente recuerda, pero no me da la vida para escribir todos sus nombres… ¡GRACIAS! Y a sus familias, ¡MIL GRACIAS! Fue un placer compartir todo el festival con vosotros y espero volveros a ver pronto, en las otras actividades donde participa este detective villalejanero.

De momento, el rumbo marca hacía Sant Andreu Juga y Fira del Joc de Tona, el próximo fin de semana. Dos nuevos casos que necesitarán muchas manos… ¿las tendremos?

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