¡Feliz domingo a todos! Espero que el COVID19 no nos esté amargando los días y que estos días de quedarse en casa, podamos disfrutarlos en compañía de nuestros seres queridos y sobre todo, haciendo más amena la espera a los peques de la casa. Queríamos compartiros hoy una partida de rol, pero la hemos aplazado a mañana, pues va a ser la primera con contenidos exclusivos que Piña Colada y yo vamos a crear para vosotros y requiere un poco más de trabajo. Espero que seais comprensivos y lo entendáis.
Detective Papaya, nació como un espacio de rol y lo seguirá haciendo durante las próximas semanas, meses y años (que esperemos sean muchos), pero es algo habitual en los peques que juegan conmigo, ver que fuera del rol también tienen momentos que el aburrimiento acude y quizás no tenemos recursos con los que entretenerles. Para todos esos momentos, nace este pequeño espacio y que también tendrá algo que ver con el rol, pues le daremos sentido a algunas de las propuestas que os presentaremos, sean como props para las historias, como recursos para los jugadores…
Hoy, comenzamos con los patacones (o patacons, cartetas, patacs…), un antiguo juego de nuestros abuelos y bisabuelos, que en los años noventa, regresó en forma de disco de plástico, bautizado como TAZOS.
Patacones (o el remedio contra el tedio)
La suerte de vivir en el Área Metropolitana de Barcelona y por extensión, en gran parte de Catalunya, es que contamos con un transporte público que nos proporciona gran material reciclable para reutilizar. El día que aparezcan las tarjetas inteligentes, pues seguramente un servidor echará una lágrima, pues los billetes usados siempre me han sacado de más de un apuro. Los patacones nacen como un juguete que se construía con naipes viejos, antiguas cajas de cerillas o cartoncillos, que doblados en forma de cuadrado, ganan consistencia y nos permiten darle muchos usos. Principalmente, se usaban para juegos propios (a picar, la palma, las siete y media, el flendit…), pero también se podían usar como representación de monedas o contadores para partidas. En los noventa, volvieron en forma de disco de plástico, tematizados de mil y una maneras.
En 2004, con motivo del Fòrum Universal de les Cultures, descubrí unas ilustraciones de como construir dos juegos con material reciclado: los patacons y los fangbaos. Quedé prendado y me recordaron aquellos años jugando a los Tazos. Con el tiempo, dedicando a la educación en el tiempo libre, comencé a usarlos para los días de lluvia y descubrí que las tarjetas de metro, eran un buen sustitutivo de los naipes viejos o en desuso. Además, en más de una partida de rol, nos salvaron el culo, pues de habernos dejado los contadores pasamos a tener estos, de diseño propio.
En mi twitter personal, he puesto un DIY paso a paso con fotografías (@anchovytime), pero en los próximos días (lunes o martes), colgaremos una explicación más detallada para que los podáis hacer en casa, con facilidad. Igualmente, os comparto esta ilustración, la que encontré en su momento, que hoy comparte esta web:

Si los hacemos con cartulina (mejor usar retales, para así enseñarles a los peques, el poder del reciclaje) o cartoncillos de cajas de galletas, cereales, … podemos decorarlos con colores y personalizarlos. Es un entretenimiento sencillo y en pocos días, tendrán una gran colección de ellos. Podrán jugar a un sinfín de juegos. Os colgaré una propuesta de ellos próximamente, para que podáis disfrutar de los pequeños (los traduciré del catalán).
¿Y podemos darle usos roleros?
Como bien dije antes, sí. Los patacones nos pueden salvar muchas situaciones y pueden ser un recurso habitual en nuestras partidas:
– Pueden servirnos para hacer miniaturas para nuestras partidas.
– Como contadores de miedo, salud, puntos de destino…
– Como monedas o puntos estrella, para comprar objetos en algunos de los sistemas de rol (PDM…)
¿Se os ocurre alguno más?
Mañana regresamos, con una partida de PDM y algunas sorpresas más.
¡Nos leemos!
#YoMeQuedoEnCasa
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